Cómo hacer dashi

Receta ↓ Ángela Solar

¿Buscas descubrir el secreto para crear un dashi casero, lleno de sabor y aroma? ¡Esta receta es justo lo que necesitas! El dashi es el caldo básico de la cocina japonesa, y aporta ese toque umami tan característico a una infinidad de platos. Imagina hundir la cuchara en un dashi recién hecho, con sus notas sutiles de kombu y katsuobushi que despiertan tus papilas gustativas.

Sigue nuestros pasos y vive la experiencia de preparar un dashi hecho con esmero, que te transportará a las calles de Tokio. Nada se compara al placer de disfrutar de un caldo casero, elaborado con ingredientes frescos y de calidad. ¡Sorprende a tus seres queridos con este dashi perfecto!

Los imprescindibles para tu dashi

¿Quieres descubrir los secretos de un dashi casero perfecto? Pues presta atención, porque solo necesitarás tres ingredientes clave:

• Agua - La base de todo. Elige un agua fría y de calidad, será el lienzo perfecto para que los sabores del kombu y el katsuobushi brillen con todo su esplendor. Imagina hundir la cuchara en ese caldo recién hecho, ¡un verdadero placer para los sentidos!
• Kombu (alga seca) - Esta alga marina de textura gelatinosa y sabor intenso y profundo es el alma del dashi. Su cuidadosa hidratación y cocción harán que libere todo su potencial umami, transportándote directamente a las calles de Tokio.
• Katsuobushi (hojuelas de bonito seco) - Estas virutas de un pescado especialmente curado aportan ese toque ahumado y umami que hace que el dashi sea tan especial y versátil. Su integración perfecta en la receta es primordial para un resultado inolvidable.

Preparar el dashi, un ritual ancestral

Llegó el momento de dar vida a este caldo milenario, herencia de la rica tradición gastronómica japonesa. Prepárate para despertar tus sentidos con los aromas y sabores del dashi, ese elixir que enriquece infinidad de recetas. Vamos a sumergirnos en el apasionante ritual de su preparación.

Hidratando el kombu, el alma del dashi

Empezamos dejando que el kombu, esa alga marina de textura gelatinosa y sabor intenso, se empape por completo. Lo sumergimos en agua fría durante al menos media hora. Este paso es crucial para que suelte todo su potencial umami, brindándole al caldo esa base tan característica.

Liberando los aromas del kombu

Una vez rehidratado, retiramos el kombu del agua y lo cocinamos a fuego medio en las 4 tazas de agua fría durante 10 minutos. Observamos con atención cómo el alga va soltando poco a poco todos sus matices, llenando la cocina de ese aroma tan particular.

La integración del katsuobushi

Llega el momento de añadir el katsuobushi, esas hojuelas de bonito seco que aportan ese toque ahumado y umami que hace del dashi algo tan especial. Las vertemos en el caldo y dejamos que cocinen 2-3 minutos más, disfrutando de cómo se forma una suave espuma en la superficie, que retiraremos con sumo cuidado.

El último y delicado paso

Por último, colamos el dashi a través de un colador fino, asegurándonos de no presionar ni exprimir demasiado, para evitar que se incorporen sabores amargos. Y listo, tenemos nuestro dashi perfecto, lleno de matices, preparado para realzar infinidad de platos con su sabor único e inolvidable.