Shoyu Ramen

Receta ↓ Ángela Solar

El shoyu ramen es una verdadera obra maestra de la cocina nipona. Este plato cautiva con su delicioso caldo y sus aromáticos ingredientes, transportando a quien lo prueba directamente al corazón de Japón.

Pero, ¿qué hace que el shoyu ramen sea tan especial? Desde los jugosos fideos hasta los crujientes vegetales, cada componente contribuye a crear un equilibrio perfecto de sabores. El caldo de pollo y cerdo se combina magistralmente con la salsa de soja, dando lugar a un platillo lleno de matices que deleitará tus papilas gustativas.

Si quieres aprender a preparar un shoyu ramen digno de los mejores restaurantes de Tokio, sigue nuestra receta paso a paso. Sorprende a tus seres queridos con este platillo único y delicioso, que seguro se convertirá en uno de tus favoritos.

Preparación del caldo

La clave de un shoyu ramen excelente está en la elaboración de su caldo. Este platillo nipón exige paciencia y dedicación, pues el líquido base debe cocerse lentamente para desarrollar todos sus matices de sabor.

Comenzaremos con los ingredientes básicos: agua, carcasas de pollo y huesos de cerdo. Los combinaremos en una olla grande y los llevaremos a ebullición. Una vez alcanzada la temperatura adecuada, reduciremos el fuego y dejaremos que el líquido burbujee suavemente durante al menos 3 horas. Durante este tiempo, la mezcla de huesos y carne liberará sus jugos y aromas, creando una base intensa y compleja.

Luego, incorporaremos los ingredientes aromáticos: cebolla, ajo, jengibre y puerro. Estos aportarán notas frescas y picantes que contrastarán con la riqueza del caldo. Continuaremos la cocción durante 2 horas más, hasta que el líquido haya adquirido una textura gelatinosa y un color ámbar profundo.

Por último, agregaremos la salsa de soja, el sake, el mirin y un toque de sal y azúcar. Estos ingredientes equilibrarán a la perfección los sabores, creando un caldo que deleite a los paladares más exigentes.

Una vez terminado el proceso, el aroma del shoyu ramen llenará tu cocina, anticipando un plato lleno de matices y delicadeza. Ahora solo queda montar el platillo y disfrutar de esta auténtica delicia japonesa.

Preparación de los toppings

Los toppings son un elemento fundamental en este plato, aportando texturas y sabores que complementan a la perfección el delicioso caldo. Vamos a preparar cada uno de ellos con el máximo esmero para conseguir un shoyu ramen equilibrado y verdaderamente auténtico.

Chashu (cerdo asado)

Comenzaremos por sazonar generosamente los lomos con sal, pimienta y salsa de soja. Luego, los introduciremos en una olla con agua y los haremos cocer a fuego lento durante unas 2 horas, hasta que la carne esté tierna y jugosa. Una vez listos, los sacaremos y dejaremos enfriar. Finalmente, rebanaremos estos cortes en finas lonchas para que puedan adornar nuestro ramen de manera elegante.

Narutomaki (pasta de pescado)

El narutomaki, con su inconfundible forma de remolino, aportará color y textura a nuestro plato. Simplemente tendremos que colocar unas rodajas sobre el ramen justo antes de servir.

Huevo (cocido y marinado)

Para conseguir el huevo perfecto, lo coceremos a fuego lento durante 6-7 minutos. Luego, lo pelaremos con cuidado y lo sumergiremos en una mezcla de salsa de soja, mirin y azúcar durante al menos 2 horas. Así obtendremos un huevo con un delicioso sabor ahumado y una textura suave y cremosa.

Cebolleta

Por último, cortaremos la cebolleta en finas rodajas para esparcirlas sobre el ramen como toque final. Su frescura y crujiente contraste realzarán la riqueza del caldo.

Una vez hayamos preparado todos estos complementos, estaremos listos para montar nuestro shoyu ramen y disfrutar de esta auténtica delicia japonesa.

Montaje del plato

Llegamos al momento cumbre: ensamblar todos los elementos y dar vida a este auténtico shoyu ramen. Cada uno de los toppings que hemos preparado con tanto esmero cumplirá un papel fundamental en la composición final.

Comenzaremos colocando los jugosos fideos en el fondo del cuenco. A continuación, verteremos con cuidado el delicioso caldo, fruto de nuestra paciencia y dedicación. Esta será la base sobre la que se asentarán los demás ingredientes.

Sobre el caldo, dispondremos las finas lonchas de chashu, el suave y cremoso huevo cocido y marinado, y las vistosas rodajas de narutomaki. Para aportar un toque de frescura, esparciremos las picadas hebras de cebolleta.

Por último, terminaremos el plato con unas hojas de algas nori, que conferirán un sutil sabor a mar y una nota de color. Una pizca de aceite de sésamo y, opcionalmente, un toque de ajinomoto realzarán aún más los sabores. Cada bocado transportará al comensal a las calles de Tokio, donde este plato es toda una institución culinaria.